Saxofón alto solo

“Baluarte de mis Tradiciones” es un trabajo comprendido por siete estudios originalmente escritos para la familia del saxofón desde el sopranino al bajo, (repitiendo en el caso del último estudio Nº7 el saxofón alto), cabiendo la posibilidad de que cada uno de ellos excepcionado el barítono, pueda también interpretar cualquier otro estudio, no siendo originalmente escrito para el mismo. Este proyecto refleja una amplia riqueza tanto didáctica como de concierto, ya que encajan perfectamente en los estereotipos de metodología de nuestras escuelas de hoy en día como un método tanto técnico como interpretativo para cada instrumento de la familia, siendo a su vez una expansión más para nuestro repertorio de piezas a solo, no solo pedagógicos si no con una visión más de cara a concierto para un instrumentista virtuoso. Una de las bases fundamentales y mas enriquecedoras de este trabajo es la selección de los compositores homenajeados y géneros escogidos para cada uno de estos estudios. Como pueden percibir, su gran mayoría son géneros creados en Cuba a mediados del siglo xx y hoy en día no son tan populares como es el caso del Son, la Rumba o el Bolero, etc…, no queriendo decir que sean menos importantes, ni interesantes que estos antes mencionados. He decidido realizar dicho proyecto con el objetivo de crear un cierto acercamiento tanto con nuestros antepasados como con nuestro porvenir cultural, creando en este una especie de sincretismo, donde se llega a trabajar la polifonía de dos y tres voces de Johann Sebastian Bach (siendo el saxofón un instrumento monódico) combinada con algo característico de alguno de estos géneros cubanos, y a su vez citando en algunas ocasiones fragmentos de piezas muy conocidas de la época con relación al tema. Sin duda vale recalcar desde mi punto de vista la objetividad de dicha obra, tanto musical como académicamente es un trabajo totalmente fresco, en ocasiones atrevido pero siempre preservando y respetando el margen de lo imposible, con un toque fantástico, creándole siempre cierta incertidumbre a el espectador, donde aún sabiendo la esencia de dicho motivo le crea alguna expectativa (también al interprete), no solo en lo virtuoso si no en el proceso intelectual que existe detrás de cada uno de ellos.