Saxofón alto y piano

José María Vitier (La Habana, Cuba, 1954)

Pianista y compositor. En 1962 inicia sus estudios de piano con la profesora Cecilia Echevarría, que continuará con la célebre pedagoga Margot Rojas. Posteriormente ingresa al Conservatorio Amadeo Roldán, donde recibe clases con el maestro César López. Del año 1975 datan sus primeras composiciones para cine y la musicalización de los textos contenidos en el libro “Juegos y otros poemas” de Mirta Aguirre.
Formó parte como pianista y compositor del grupo Síntesis y en el año 1983 funda su conjunto de música instrumental,  con un formato de piano, cuarteto de cuerda, saxofón, flauta, bajo eléctrico, drums, percusión cubana y sintetizadores, para el que comienza a escribir numerosas obras.

La producción musical de este creador gira en torno a la fusión de lo culto y popular, traspasando las fronteras de ambas manifestaciones. La tradición musical cubana está latente en sus obras, reflejada a través de las influencias de Saumell, Cervantes y Lecuona. El jazz, la música latinoamericana o más bien andina,  también constituyen factores de obligada referencia al analizar su creación que es, sin lugar a dudas, una fusión de todos estos elementos.

La música incidental para la danza, el ballet, el teatro, la televisión y el cine, fundamentalmente, son los pilares de su creación, a los que adicionamos la música religiosa Misa cubana a la virgen de la Caridad del Cobre, Salmos de Las Américas, la música vocal, para diversos formatos instrumentales y para piano.

Contacto: jmvitier@cubarte.cult.cu

Miradas Furtivas, para saxofón alto y piano (1992)

El propósito de integrar en un solo lenguaje influencias procedentes de diversas fuentes y modos de hacer musicales ha sido una constante a lo largo de su carrera como compositor.  Miradas furtivas es una pieza que ilustra en cierto modo esta voluntad.

Su intención está centrada en sacar partido de la actitud desprejuiciada  y libre con que los intérpretes del jazz suelen desenvolverse sacando el máximo provecho de sus habilidades para improvisar sobre una estructura dada, pero en este caso en el contexto de una pieza de concierto en la que ese sabor de música improvisada emerge de una escritura precisa y una sintaxis calculada para que ambos ejecutantes, por momentos, se comuniquen a la manera de los jazzistas, sin comprometer los límites formales de la obra. 

Premio Iberoamericano de Jazz 1997 por la SGAE. España